La protagonista indiscutible del verano no es la playa, tampoco la piscina, es la siesta. No hay nada más típico del verano que echar la siesta. Esto tiene múltiples ventajas para nuestro organismo, pero también algunos inconvenientes. Hoy queremos hablarte un poquito de como afecta esta práctica a tu organismo. Echar la siesta es muy beneficioso y te vamos a contar porqué.
Echar la siesta reduce la ansiedad
Uno de los principales beneficios de echar la siesta es que tiene un efecto muy positivo frente a nuestros niveles de estrés y ansiedad. Muchos expertos afirman que descansar al menos 20 minutos después de comer puede ayudar a reducir la ansiedad y nosotros lo apoyamos. Está claro que descansar un poco siempre viene bien y además nuestro organismo se relaja. Si hemos tenido un día duro, lo mejor es descansar un poquito y así afrontaremos la tarde con más ánimo.
No todas las siestas son beneficiosas
Hay a quien no le sienta bien echar la siesta. Esto puede deberse a que está teniendo un sueño demasiado pesado. Lo recomendable es no dormir más de 40 minutos. A partir de ahí ya entramos en un descanso demasiado largo, relacionado incluso con las fases REM del sueño. Esto hace que nuestro cuerpo se despierte cansado de la siesta y necesite más. De ahí que muchas personas prefieran directamente no dormir después de comer.
Dormir justo después de comer, ¿sí o no?
Los bebés duermen, comen y duermen, ¿por qué los adultos no hacemos lo mismo? Simplemente porque nuestras comidas son mucho más contundentes y nuestro sueño no es muy ligero. Es por eso que si tienes pensado dormir después de comer te recomendamos no hacer una comida muy pesada, si no tu sueño se volverá complicado. De hecho, uno de los trucos para conciliar el sueño en verano es comer ligero. Así que, ¿por qué no hacer lo mismo antes de dormir la siesta?
Nuestro sistema nervioso necesita echar la siesta
¿Sabías que nuestro organismo está diseñado para descansar al menos dos veces al día? No es obligatorio que lo hagamos así, pero sí que es verdad que hay días en los que le viene bien reponerse para continuar otras 24 horas. No somos máquinas, necesitamos tomar un respiro y seguir. No es necesario que sean periodos largos de descanso, basta con un poquito por la tarde y después las 8 horas de descanso recomendadas.
En definitiva, echar la siesta tiene múltiples ventajas aunque aquí solo te hemos mostrado algunas. Está claro que si la realizas adecuadamente y en un buen colchón todo serán beneficios para tu organismo. Nosotros te animamos a practicarla, en nuestro equipo todos caemos rendidos después de comer😉